viernes, 21 de agosto de 2009

Don Juan

Pequeñas muestras de la belleza en la escritura de este libro de Lord Byron:

Toda tragedia termina en muerte, y toda comedia en matrimonio; y en ambos casos el poeta deja lo que sigue al juicio del espectador.

...supuesto que es la incertidumbre uno de los numerosos beneficios que debemos al cielo, especie de hipoteca sobre los bienes de la humanidad...

Lady Adelina Amundeville, la belleza más fatal de cuantas encontró Don Juan en su camino, aun cuando ni era mala ni quería hacer daño al joven; pero la pasión y el destino -¡el destino!, soberbia disculpa de los actos de la voluntad- tendieron la red, y en ella cayeron...¿A quién no hubiera ocurrido lo mismo? No lo sé, porque no soy Edipo, y la vida es una Esfinge.

lunes, 17 de agosto de 2009

Así comió Zaratustra

Habemus aquí un hallazgo increíble del señor Woody Allen que aparece en su libro Pura Anarquía, realmente genial:

En un reciente viaje a Heidelberg para procurarme unas raras cicatrices de duelo del siglo XIX, me topé precisamente con un tesoro de esa clase. ¿Quién habría pensado que existía el libro Sigue mi dieta de Friedrich Nietzsche? Si bien su autenticidad podría antojarse un pelín sospechosa a los puntillosos, la mayoría de quienes han estudiado la obra coinciden en que ningún otro pensador occidental ha estado tan cerca de reconciliar a Platón y el dietista Pritikin. He aquí una selección.
(...)
Ningún filósofo se acercó siquiera a resolver el problema de la culpabilidad y el peso hasta que Descartes dividió en dos mente y cuerpo, para que el cuerpo pudiera atracarse mientras la mente pensaba: "¿Y qué más da? Ése no soy yo". L a gran duda de la filosofía sigue sin solución: si la vida no tiene sentido, ¿qué hacer con la sopa de letras? Fue Leibniz el primero en decir que la grasa se componía de mónadas; Leibniz hizo dieta y ejercicio, pero nunca se libró de sus mónadas, o al menos no de las que se adherían a sus muslos. Spinoza, por su parte, cenaba frugalmente porque creía que Dios estaba presente en todo, y resulta intimidatorio engullir un bollo si uno piensa que está echando mostaza a la Causa Primera de Todas las Cosas.

lunes, 10 de agosto de 2009

Meditaciones metafísicas

Dejo aquí un párrafo sumamente amable del señor Descartes en su segunda meditación

Así, supongo que todo lo que veo es falso; estoy persuadido de que nada de cuanto mi mendaz memoria me representa ha existido jamás; pienso que carezco de sentidos; creo que cuerpo, figura, extensión, movimiento, lugar, no son sino quimeras del espíritu. ¿Qué podré, entonces, tener por verdadero? Acaso esto solo: que nada cierto hay en el mundo.

lunes, 3 de agosto de 2009

Nietzsche

Uno de los apartados finales del libro quinto de La Gaya Ciencia citado en Ecce Homo:

Nosotros los nuevos, los que no tenemos nombre, los difíciles de entender, nosotros, partos prematuros de un futuro que aún no ha tenido lugar, precisamos, para un fin nuevo, también un medio nuevo, a saber, una salud nueva, más vigorosa, más aguda, más tenaz, más arriesgada, más alegre de cuanto lo ha sido hasta ahora cualquier salud. Aquél cuya alma ansía haber vivido directamente todos los valores y todas las aspiraciones habidos hasta ahora y de haber recorrido todas las costas de ese "Mediterráneo" ideal (...) necesita antes que nada una cosa, la gran salud, una salud que no sólo se posea, sino que además se conquiste continuamente, pues una y otra vez se entrega, se la tiene que entregar...Y ahora, después de haber estado mucho tiempo en camino, nosotros los argonautas del ideal, más valientes quizá de lo que aconseja la prudencia, tras haber naufragado y sufrido muchas veces, pero, como se ha dicho, más sanos de lo que se presupone, peligrosamente sanos, permanentemente sanos, nos parece como si, en recompensa, tuviéramos delante una tierra no descubierta aún, cuyos límites nadie ha abarcado todavía con la vista, un más allá de todas las tierras anteriores y de todos los rincones del ideal, un mundo tan rico en cosas bellas, extrañas, problemáticas, terribles y divinas, que tanto nuestra curiosidad cmo nuestra ansia de poder están fuera de sí, pues ¡ay!, de ahora en adelante ya no hay nada capaz de saciarnos.

sábado, 1 de agosto de 2009

Lunas, penas y gitanos

Habemus aquí un amable poema del señor Lorca:

Preludio

Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.

Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.

El viento está amortajado
a lo largo bajo el cielo.

Pero ha dejado flotando
sobre los ríos sus ecos.

El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.

Y un corazón diminuto
me va brotando entre los dedos.